Unidad 2: Tarea 5 - propuesta de problemática social - estudio de caso específico
Presentado por:
Ana Elvia Guevara Rueda. Codigo: 1.065.243.048
Grupo: 100001_15
Presentado a:
Maria del Mar Esguerra
(tutora)
Universidad Nacional Abierta y a Distancia (UNAD)
Escuela de Ciencias Administrativas, Contables, Económicas y de Negocios (ECACEN)
26/noviembre/2017
LA DISCRIMINACIÓN: UNA ACTITUD DE
VIOLACIÓN DERECHOS
Podríamos citar muchísimas
historias, unas contadas y otras aún no contadas en donde se relacionen casos
de Violación, maltrato y discriminación de los derechos Humanos inalienables y
no terminaríamos de citar las notas de pie de páginas este Blog. Para este caso
he querido citar el caso de Sergio
Orrego, joven de 16 años, quien decide quitarse la vida, después de sufrir
una fuerte presión de burla por parte de sus compañeros de salón de clase, y
quien después decide cegar su vida para detener el dolor.
¿Es esto una manera de terminar con un problema?... ¿Es esta la actitud
de un grupo de compañeros de salón de Clases frente a ejercicio del derecho a
la diferencia?... ¿Corresponde ésta a una actitud que promueve o permite una
institución educativa?. Las preguntas están dadas, y puestas sobre la mesa.
Con estos planteamientos enunciados sobra determinar que no se trata de un
juzgamiento o señalización de culpables en un tribunal de arbitramiento; sino
más bien una actitud de poder reconocer que en partes muy significativas todos
los actores de este medio participaron en gran parte de este hecho discriminador
que terminaron la vida con este joven de apenas 16 año.
Vivimos en un país quizá que se
le ha olvidado considerar que la vida y el derecho a vivir de la manera libre y
en sus propias consideraciones, sin afectar la vida de los demás, es un derecho
propio. Ser y pensar de una manera diferente no nos debe alejar de la vida
social, sino por el contrario integrar las diferencias para que ellas se
conviertan en fuerza de construcción de una nueva sociedad.
Es de considerar además que la
discriminación a una persona o ser humano, puede llegar afectar su
comportamiento, llegando a los límites en la toma de una decisión de atentar en
contra su propia vida. ¿A quién juzgar por este tipo de conductas?... La culpa
la tienen que tomo la decisión del suicidio?... ¿el estado que no garantizar la
protección y promoción de los derechos de las personas en condiciones
diferenciadas?.. La discusión podría llegar al infinito, porque en una sociedad
donde la permisividad y la concepción relativa de los valores, es difícil medir
con precisión una conducta “mala” o “buena”.
Quisiera concluir que alrededor
de este caso tan significativo para Colombia de Sergio Orrego, ningún protagonista de esta historia terminó
asumiendo responsabilidades. Esto lleva considera que la poca claridad del
valor inconmensurable que tiene la vida. Seguimos en un país donde la impunidad
y la poca capacidad de hacer valer la responsabilidad de las conductas y
comportamientos delictivos, se ha convertido en el pan nuestro de cada. Hoy nos asustamos que un delincuente le logre
dar captura y termine preso. Nuestra apreciación ética y moral está
cambiando de Norte.
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